jueves, 27 de mayo de 2010

Sacrificios y sueños cumplidos


Alea iacta est,así dijo Julio César al cruzar el Rubicón,algún día todos tenemos que cruzar el Rubicón particular que la vida nos depara.
El paso del tiempo nos devora y por mucho que se quiera jugar a ser Dios,cualquier cosa que se haga nos hará mas infelices siempre que el cometido no sea ayudar y sea todo lo contrario el de vanagloriarse e intentar ser más que nadie.
Ahora mirando los recuerdos del pasado vemos como el tiempo pasa y como nos va devorando ya sea para bien o para mal,pero la ley de la vida siempre se impone.
La contradicción es una de las grandes metáforas de la vida,que lejos y a la vez que cerca queda el año 91,todo depende con los ojos que se vea es como el juego de la botella medio llena o medio vacía,la botella está ahí y la botella está por su mitad,pues así es la línea de Cronos.
Ese 91 significan los primeros pasos para alguien,la primera Semana Santa Sevillana,la fascinación ante un mundo nuevo,nunca dejaré de repetirlo y nunca dejaré de soñar,y volvemos a los juegos,pudo ser mejor o pudo ser peor la enseñanza,pero simplemente fue como fue,pero cuando las cosas se hacen de corazón son insuperables.
Ese 91 se le prometió a un nieto,que formaría parte de esa gran celebración religiosa en primer lugar y luego cultural que es la Semana Santa,aparte se le prometió hacerle hermano de la Hermandad del Barrio,curiosidades en esa época la Hermandad en cuestión no tenía ni sus benditas imágenes titulares,pero la fe mueve montañas dice un refrán y la sabiduría popular siempre acierta,el niño no quería hacerse de aquella corporación que en ese año no era Hermandad aún y la abuela intentaba convencerlo de que se hiciera,que algún día aquella corporación llegaría como una Hermandad a la Catedral de Sevilla.
Pero no queda ahí esos conocimientos,la abuela le enseñó al niño lo que sabía,le enseñó al niño las raíces familiares que venían de la Cava y le enseñó al niño querer a la Esperanza de Triana y al Gitano de la Cava,el Cristo de la Expiración conocidos por todos como el Cachorro,eran momentos malos para una familiar que agonizaba en el hospital,pero que la agonía se hacía eterna,y allí ante aquella imagen de Cristo en su último aliento,aliento que no tenía final, la abuela le dijo al niño que pidiera que aquella familiar descansara en Paz si ya no existía remedio,y allí al Cristo agonizante le pidió,el Cachorro nunca muere pero con su sufrimiento en el madero hace que el tránsito a la vida eterna sea lo menos doloroso posible y él siempre cumple,a los dos días la agonía y la enfermedad de aquella mujer y el sufrimiento de su familia acabó,aunque la persona no está físicamente no hay más muerte que el olvido de nuestros seres queridos,y esto de enseñar a los niños a pedir por sus familias son valores que nunca se deben de perder.
Pasaron años,años en los que se descubren muchas cosas,años en los que se avanzan,años en los que nos abandonaron personas muy queridas,pero ahí seguimos en esa línea ficticia pero que tiene principio y fin.
Y el gran día llegó,Dios hace que los sueños se cumplan,se trabajó mucho para ello y se consiguió,primero hacerse Hermano y luego la Estación de Penitencia aquel 17 de Marzo de 2008,presente aquel año 91,ahora si se tenían imágenes y con muchísima devoción,hasta última hora la abuela miró que el traje de nazareno estuviera preparado y bien listo,todo debía estar en la perfección.Y el sueño se cumplió.
Pero el sueño no es completo,la enfermedad hace que personas no puedan cumplir su sueño,te lo hemos ofrecido, pero no quieres ser un peso,quieres acompañar a tu Hermandad a la Catedral,pero la enfermedad no te deja y por desgracia todo apunta a que te dejará en silla de ruedas,pero antes que tú están los tuyos esa es tu forma de pensar, y apuestas porque tu bisnieto haga la estación de penitencia por ti,para él también es un sueño después de lo sufrido en su corta vida.
Ya ni tienes fuerza para ver a la Trianera o acercarte a la Casa del Señor de Sevilla,acudir allí es algo que tu también me enseñaste,una cita que intento hacerla obligatoria cada vez que estoy en la ciudad.
Gracias por hacer cumplir mis sueños sacrificando los tuyos,es el mejor regalo que se podía hacer,es imposible convencerte abuela de que el próximo año nos acompañes a la Catedral,pero cada uno tiene su forma de pensar.
Para cumplir sueños propios a veces otras personas tienen que sacrificar los suyos,vaya como pequeño homenaje a todas aquellas personas que así lo hicieron.Gracias por estos detalles que incluso teniendo gran sacrifico a veces no tienen sus recompensas y pequeño homenaje a las personas que nos enseñaron y que hoy por distintas circunstancias lo pasan mal.Vaya por ellos mi sentido agradecimiento

Texto Jose Antonio Rodríguez Angel
Foto Sandra Ramírez Angel

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