En nuestras vidas existen pequeñas cosas,que nos hacen mas firmes en nuestras creencias y nuestros valores.Una de ellas es la existencia de la congregación de las Hermanas de la Cruz.
Es el momento de lanzar un pequeño homenaje en forma escrito a estas personas que son todo entrega y voluntad.
El cometido con el que creo su congregación Santa Ángela fue muy claro ayudar al hermano necesitado.
Muchos de nosotros cuando hemos necesitado apoyo,cuando hemos pensado que todo está perdido nos hemos dejado caer por el Convento,y allí las hermanas siempre han tenido con nosotros palabras de ánimo, de caridad,ya no hablamos de situaciones materiales sino de situaciones interiores y de moral,cuando nuestro camino está perdido por allí podremos pasar y al salir del convento de ver a Santa Ángela.
Podríamos decir que Santa Ángela fue la precursora de las bolsas de caridad de nuestras Hermandades,ella es el ejemplo a seguir y de su cometido debemos tomar nota para crear una sociedad mejor.
Pero la grandeza de Santa Ángela y de la congregación creada por ella está en la sencillez de la persona,personas abiertas siempre apoyando al necesitado,hoy la congregación tiene en muchas ciudades homenajes en forma de calles a las Hermanas de la Cruz o a Santa Angela,estos homenajes no pagan ni mucho menos la deuda que nuestra sociedad tiene con las Hermanitas de la Cruz.
Ni siquiera la Canonización de Sor Ángela o la próxima Beatificación de la Madre Purísima sirven para pagar ese compromiso adquirido por la congregación con la sociedad.
El mejor homenaje a estas hermanas es que cuando no estemos necesitados de alguien que nos escuche,nos acerquemos por el convento.toquemos la campana y entremos a rezar,charlemos con las madres y recemos a Santa Angela,ese es el mejor homenaje,ya que seguramente en otras ocasiones tengamos que ir para sentirnos confortados ante una enfermedad o algún problema.
Que el legado que nos dejó Madre Ángelita siga adelante,y que enseñemos a las nuevas generaciones los valores de esta persona humilde que entregó su vida a los demás y que décadas después de su fallecimiento fue canonizada y aclamada por las multitudes.
La bondad,la humildad,las cosas sencillas,el amor por el prójimo,el auxilio cuando necesitamos ayuda todo ello con nombre propio Santa Ángela y las Hermanas de la Cruz.
Dar las gracias a las Hermanitas de la Cruz,es mi pequeño homenaje,por su encomiable labor,ellas siempre están para ayudar,por ello nosotros debemos estar para pregonar las virtudes de esta congregación y para que los que nos siguen sigan valorando como nosotros el gran trabajo y sacrificio de estas mujeres,que entregaron, entregan y entregarán su vida para socorrer a la persona que les solicite ayuda.
Texto Jara
Foto Jara
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