viernes, 11 de junio de 2010

La Estrella,la Valiente de Triana


Cumplía la Virgen cien años desde que llegó al templo,se quería celebrar la onomástica en San Jacinto con grandes festejos.
Corría el año 1700 y dos Hermanos de la Corporación de San Jacinto llegaron a la Plaza de San Francisco para entrevistarse con el Regidor de la Ciudad.
En las puertas del despacho un secretario les respondió que si no tenían cita volvieran por donde habían venido.
Así lo tuvieron que hacer y a la Semana siguiente volvieron,la fecha se acercaba y nada estaba programado,los carpinteros estaban a la espera de empezar a trabajar en los burladeros para los todos y los vecinos estaban ansiosos por engalanar sus calles para que la Virgen pudiera procesionar por ellas.
Pero la reunión que tenían programada se complicó más de la cuenta ya que el secretario no entregó al Regidor la Carta con los actos a llevar a cabo,y éste no concedió el permiso para los festejos en Honor de la Señora.
Llegaron aquella tarde a San Jacinto cabizbajos y empezaron a reunirse
-¿y ahora qué hacemos?,si nos enfrentamos y seguimos adelante podemos acabar en la Cárcel del Reino-dijo uno de los presentes
-Podemos ir a pedirle al arzobispo que interceda y que nos dé permiso en fin y al cabo lo religioso le compete-argumento otro de los reunidos
Esto último fue respondido y argumentado por otro hermano que dijo que no podrían usar esa carta,porque ellos también habían tenido problemas con el anciano sucesor de San Isidoro y que éste a su vez había tenido problemas con el Cabildo de la Ciudad,y esos problemas se habían acrecentado tras la prohibición de las danzas populares durante la celebración del Corpus,por lo tanto eran una carta que no podían jugar,eso sí le pedirían a la cabeza de la Archidiócesis permiso para la celebración de una misa al aire libre y no en el templo.
Concedido el permiso desde la Archidiócesis los hermanos se pusieron a trabajar para que le Barrio estuviera preparado para la señora,el entramado de madera se realizó por lo que los carros se desviaron por otras calles,la Virgen fue montada en la Humilde parihuela y fue adornada con Flores traídas por las vecinas y por joyas prestadas para la ocasión.
Ya era sábado por la tarde los hombres del Barrio cargaban la imagen bajo la parihuela y la situaron en el centro de la plaza,el arzobispo había acudido para presidir la función,todo iba perfecto cuando de repente se puso a llover,los hermanos pensaron que habían tenido mala suerte,pero peor lo pasaron cuando corrió la voz que a través del puente de barcas estaban llegando autoridades corchetes y alguaciles,no les dio tiempo a recoger por lo que el asistente de Felipe V vio todo lo que acontecía.
Asombrado vio como las personas que estaban en la Plaza únicamente miraban a la Virgen,entonces llamó al secretario para saber lo de la Carta y enterarse porque no le fue entregada,en ese mismo momento el Regidor llamó al encargado y autorizó todos los actos,si bien deberían celebrarse la semana siguiente y acabar con una Misa en Honor a la Imagen y una procesión.
La hermandad de la Estrella ha vivido momentos muy duros,pero siempre ha salido adelante,este es un pequeño homenaje en forma de leyenda,la Virgen tiene bien reconocido el título de Valiente,ya que el año 1932 fue la única en llegar a la Catedral a pesar de los duros contratiempos sufridos.
Ese año la Hermandad dio una lección y nos enseñó que con perseverancia se alcanzan objetivos que están lejos de nuestro alcance.
Por los que lo hicieron posible y Felicidades a la Hermandad por el CDL de su imagen mariana

Texto Jara
Foto Jose Maria Garrido,gran cofrade,mejor persona,Gracias por esta hermosa estampa

1 comentario:

JMGarrido dijo...

Un gran texto, si señor.
Gracias a tí por contar con una fotografía mía para acompañar a tan extraordinario texto.
Un abrazo