Tras visitar el Santuario del Rocío el segundo día del año decidimos hacer una visita a Almonte,la iglesia de la localidad estaba abierta por una misa,una de las tres personas que íbamos decidió quedarse fuera y preguntar por alguien que conocía en la localidad almonteña,a la salida del templo nos encontramos que nos llevan a una casa y allí entre historias rocieras empezamos a hablar de la solidaridad de las Hermandades y de la situación del mundo y de las necesidades que en mayor o menor medida todos tenemos,pero especialmente aquellas personas que viven en peores situaciones o en países en los que el hambre es el pan nuestro de cada día.
Y así nos explicaron la iniciativa solidaria de estas muñecas y de repente apareció una muñeca vestida de monaguilla con su medallita del Cachorro atada a su cuello,muñeca que dará de comer durante un año a un niño o niña de Benin y que además sirve para la construcción de pozos y escuelas,puesto que la solidaridad no debe estar sólo en el envío de alimentos,sino que debemos ayudar al autoabastecimiento de estas personas.Sin más dilación traigo a colación la pequeña historia por extensión pero la gran historia de corazón que traía esta pequeña muñeca cachorrista.
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¨Cuando el Niño Jesús nacía nuevamente en la Navidad de 2007, los tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron sus regalos en prueba de amor y de respeto; oro, incienso y mirra. Y el Niño, como cada Navidad, se puso tan contento y parecía tan feliz que el anciano de los Reyes, Gaspar, le dijo:
- ¡ Es tan maravilloso ver tan feliz a los niños!. ¡Nos encanta hacer nuestro trabajo, pero empezamos a estar muy mayores. Debemos seguir llevando regalos a todos los niños del mundo y aportarles cada año un soplo de ilusión y felicidad!
- ¡Oh, sí! –exclamó Melchor-. Es nuestra gran misión, pero cada vez nos es más difícil hacerlo. Es tan difícil que en una sola noche llevemos regalos a tantos millones de niños como hay en todos los rincones del mundo. A los del primer mundo, y a tantos seres inocentes abandonados a su suerte del tercer mundo que no tienen siquiera para comer, y que su felicidad está en cosas muy elementales y pequeñas.
Baltasar, el tercero y, el más joven de los tres Reyes, que estaba escuchando a sus dos hermanos en el Misterio de la Epifanía, con cara de alegría manifestó: – Es verdad que sería fantástico, pero Melchor tiene razón y, aunque somos Magos, ya somos ancianos y nos resulta cada vez más difícil poder recorrer el mundo entero. Pero no podemos abandonar, ni dejar de hacer completo nuestro proyecto...
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que empezaba a ser muy difícil realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde el humilde pesebre parecía escucharles muy atento, mostrando su Divinidad, sonrió y su voz se escuchó en el Portal: – Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo, ahora que sois más mayores. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
- ¡Oh! necesitamos más pajes, que pudieran ayudarnos a elaborar los presentes y a llevarlos al mismo tiempo, pero ¿cómo podríamos tener más pajes y colaboradores...?
- No os preocupéis por eso –dijo el Niño-. Yo conozco un pueblo en el Bajo Guadalquivir, en la provincia de Huelva, en España, donde se venera a mi Madre, Mª Santísima del Rocío, con gran devoción. Voy a infundir en el corazón de los almonteños un proyecto solidario que reporte a la vez un gesto de solidaridad a los niños del tercer mundo, para que de algún modo puedan participar de la alegría de este día. Plantaremos con la semilla de las Muñecas Madrinas que voy a encomendar se hagan manualmente en Almonte, muchas semillas de solidaridad en el corazón de las niñas privilegiadas del primer mundo, y con ellas llevaremos frutos solidarios de tan hermosa tarea al tercer mundo.
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que el Niño Jesús estaba planeando, cuando su voz de nuevo se volvió a oir: – Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo sigan recibiendo regalos, Yo ordeno que en Almonte se haga un proyecto piloto, denominado, Muñecas Madrinas, que multiplique y extienda aquí y allí la labor de nuestros pajes, a los que en adelante, llamaremos, Mamás Madrinas.¨
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Esta es el pequeño relato de estas muñecas,pero aún traen más,las muñecas son hechas por personas del pueblo,que luego al cogerle cariño son al final quienes compran las muñecas,también se reúnen mujeres y cada vez más gente joven para hacerlas y luego que las regalen.
No hace mucho tiempo,eramos así,aquellas muñecas de cartón,aquellos patinetes,hoy a los Reyes se les piden videojuegos y cosas así,pero ¿de verdad llenan el corazón de los niños,cómo hacen estas monerías?.
La historia me recuerda a algo que se da en la Hermandad del Cachorro,durante los meses de verano,la reunión de estas personas de Almonte recuerda seguramente a esas reuniones que hacen los monitores del Cachorro para atender a los niños Bielorrusos que nos visitan y a los que durante un corto espacio de tiempo se les da vida.
En la muñeca madrina está la sonrisa de un niño,en las actividades que hacen los monitores también.
Pero lo más hermoso es que tanto las personas que se reúnen para hacer muñecas madrinas como las personas que se reúnen para poner la sonrisa a los niños que nos visitan llenan su corazón de bondad y de ilusión.Vaya por todos ellos este pequeño homenaje y ya en esta noche mágica en la que Sus Majestades visitarán el mundo dejando juguetes y regalos,acordémosno de que el regalo más hermoso que podemos tener es la sonrisa de un Niño.
A todos ellos ¡Gracias!
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