No han pasado ni veinte horas desde que se ha iniciado el año y la cuenta atrás para la Semana Santa ha comenzado.
El Señor del Gran Poder lleva la túnica persa,una de esas joyas que cambiaron con el tiempo y que si hoy la viéramos como fue en sus inicios nos quedaríamos más sorprendidos de la fascinación que tenemos al comprobarla ahora.
Pero no podía ser otro lugar de Sevilla en el que empezarán los cultos en el año,hay colas para ver los hermosos belenes que hay instalados en muchos templos y en lugares tanto públicos como privados,y hay una gran cantidad de personas que se acercan el primer día del año a saludar al Señor cargando con la cruz.
Embriagados nos quedamos con la presencia de tantas mayores y de jóvenes que allí acuden,pero sobre todo embriagados con la talla que un día esculpiera Juan de Mesa.
Y he aquí la grandeza que nos dejó el barroco,en la misma Plaza donde el imaginero que tallará al Señor de Sevilla tiene un monumento,se habla justo en la puerta de la Basílica de otra talla del mismo escultor,en este caso del Cristo de la Buena Muerte de los Estudiantes y del boceto de su cabeza que hoy en día se conserva,esa es la grandeza de la ciudad,esconde tesoros dignos de alabar que pasan desapercibidos.
Parece que el primer día del año la tertulia y las visitas giran en torno al insigne imaginero,pues hace poco hemos dejado el Salvador observando como Zaqueo desde lo alto de su palmera observaba al Cristo del Amor obra del mismo escultor que el Carpintero de San Lorenzo.
Pero volvamos a San Lorenzo,si es que alguna vez en esta historia abandonamos la emblemática plaza,disfrutemos de los contrastes de Sevilla y de su mágica dualidad,como hemos comentado con anterioridad, Sevilla a la vez presente en el nacimiento y en el camino del Calvario,nacimiento y visitas solidarias en Santa Rosalía y a pocos metros Dios asume su destino y carga con la Cruz de nuestros pecados ante la atenta mirada de multitud de fieles.
La basílica se queda pequeña no hace mucho celebrábamos la festividad de la Esperanza y parece que ha pasado un espacio de tiempo muy grande,pero hay una cosa clara y cierto es contra más cerca estemos de Él,contra más acudamos a su llamada,más pequeña será la espera en nuestro corazón,pues Jesús y su bendita Madre todo lo llenan.
El camino ha comenzado y la senda que nos llevará hasta el Porvenir tiene su punto de inicio en San Lorenzo.
Foto Manuel Antonio Rodríguez Madrigal
Texto Jara
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