domingo, 29 de enero de 2012

La Saeta quedó Huérfana



La marcha de Pepe Peregil deja el mundo de la oración cantada un poco más triste.
Ahora el Cristo de la Expiración en las marismas celestiales le podrá contar al insigne cantaor si va despierto o dormido cuando pasa por el puente y se refleja en el río.
Ahora el rincón cercano a Santa Catalina quedará un poquito más triste,las paredes de la Iglesia esperan su reforma y mientras cerquita el quitapesares se quedó sin su dueño,sin el ilustre saetero.
Pero sobre todo la persona,cada vez que se le necesitaba allí estaba Pepe,si se le pedía su participación allí acudía.
Este año la saeta estará más de luto que nunca,se ha ido uno de los grandes,pero he aquí este pequeño homenaje a Pepe Peregil.

Se escuchó la saeta en el puente
en una noche de un abril frío,
cruzaba el Cachorro el gran río
ante la atenta mirada de la gente.
Entre la multitud un saetero
le preguntó al Cristo si iba dormido,
mientras el paso seguía el recorrido
con la llamada corta a los costaleros.
Ya reviraba por la calle Castilla
alejándose de las miles de miradas
que habían oído la saeta cantada,
cuando se acercaba a la trianera orilla.
El Cachorro a Pepe le respondió
en un frío día de enero
con su Madre y con Él se lo llevó al cielo
y a la calidez de un manto de Patrocinio guió.


Texto Jara
Foto Jara

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