Dos veces al día
el campanil de la
ermita
suena con
alegría,
loa a la Virgen
Bendita.
Una mezcla de
sentimientos,
los recuerdos por
un lado,
añoranza de los
momentos,
melancolía de lo
no ha andado.
La Salve al
Simpecado
trae la
felicidad,
a La Virgen se ha
rezado
en Unión y
Hermandad.
Volverá un nuevo
camino
con la próxima primavera,
El Rocío será
destino
de la ilusión romera.
En la ermita la
campana
suena a música
celestial,
que a la Plaza
trae Doñana
en esta época
primaveral.
Texto y Foto; JanRoc
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