Nuestra Señora de la Esperanza de Triana por Mercedes Padilla Tomás
¨Cinco años tendría cuando por primera vez, mi madre me acercó a la plaza del triunfo, fue entonces cuando mi vida cambió y la luz que guiaba mi camino se convirtió en rayos de Esperanza que me llevaban hasta Triana. Cuatro años después, mi sueño se hizo realidad, cuando mi padre me subió al coche y sin decirme nada, me llevó por sorpresa a la Capilla de los Marineros y me inscribió en mi querida Hermandad. Son dieciocho años ya, los pasados después de aquel día, sin embargo, no puedo describir por palabras lo que siento hacia mi Esperanza, puesto que es un sentimiento tan grande que no tendría cabida en una descripción. Ella es mi faro, cada día cuando me levanto y cada noche cuando me acuesto, es mi razón de ser, y como dije anteriormente la luz que guía mi camino a través de esos ojos castaños, cuya profundidad podría ser equivalente a la de un océano infinito. Ella es mi alegría dentro de mi tristeza, es mi Madre, es mi Vida, y sobre todo, es la Reina de mi Corazón. Tanto es el amor que le tengo a mi Esperanza Marinera, que hasta su escudo tengo tatuado en mi muñeca, de forma que cada vez que veo un pozo negro, con tan sólo mirar mi mano, se que ella sigue ahí, dándome fuerza día tras día y noche tras noche dándome la mano en mi soledad.¨
No tengo palabras para describir a Mercedes,es algo más que una amiga,es casi una Hermana que siempre está.Una persona muy devota que lleva por bandera a sus hermandades,cuando le pedí este favor no dudó.¡Muchísimas Gracias Merche,de todo corazón!
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